Actitud, Aptitud y Compromiso

Todos sabemos que la “actitud” está ligada al querer y la “aptitud” al poder. El engranaje perfecto de ambos es el que nos ayuda a enfrentarnos continuamente a nuevos retos personales y profesionales.

Ambos aspectos van modelándose con el paso del tiempo. Los cambios continuados y objetivos a futuro, nos exigen adquirir continuamente nuevos conocimientos y para ello debemos mostrar una actitud positiva a la hora de enfrentarnos a las dificultades y obligaciones que los cambios requieren.

El compromiso es el motor que nos permite encauzar nuestros esfuerzos hacía el objetivo buscado. Ese compromiso arranca en el momento que tenemos la voluntad de actuar y esa voluntad se consigue si visualizamos las ventajas y beneficios que vamos a obtener aunque no sea fácil el camino, sobre todo porque nos exige continuamente hacer cosas diferentes.

Este aspecto ampliamente comentado y avalado por la frase de Albert Einstein “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo” es una de las dificultades con las que nos topamos en muchas ocasiones a la hora de trabajar con ejecutivos en búsqueda de un nuevo proyecto profesional.

Las resistencias típicas son pensamientos como:
“ mi propia trayectoria me avala en la búsqueda de un nuevo proyecto…”, “contactar con personas supone ponerlas en un compromiso, prefiero no hacerlo…”, “Si me ha funcionado mi forma de buscar trabajo otras veces, por qué ahora no me va a funcionar..”, “cómo no voy a poder conseguirlo con lo alto que he llegado…”

Las cosas han cambiado…Las circunstancias de mercado son diferentes, las exigencias son mayores al haber muchos y muy buenos profesionales en búsqueda de un nuevo proyecto. Esto requiere de dos premisas básicas: adaptar tu forma de actuación a las exigencias actuales y saber venderte adecuadamente.

Utilizar nuevas estrategias requiere también creer en ellas, visualizar un nuevo horizonte que nos ayude a encontrar las fuerzas, el ánimo y la voluntad para adaptar mi forma de actuar. Esto a veces no es sencillo…

Toda metodología requiere unas bases que pueden ser consideradas como buena teoría pero fuera de la realidad o viabilidad de ponerlas en práctica. Salvar este obstáculo no es complejo en la medida que puedas comprobar su valía conociendo el éxito obtenido por otros que lo han puesto en marcha. Aún esto, que es tan sencillo, requiere voluntad de hacerlo y no siempre se está en disposición de hacerlo si nos aferramos a nuestras creencias.

Nuestra experiencia nos dice que en estos casos, el tiempo pasa factura. Si no obtenemos el éxito esperado, empezamos a cuestionarnos a nosotros mismos, baja nuestra autoestima y las posibilidades disminuyen.

Enfrentarnos a todo cambio requiere un perfecto engranaje de todas las variables comentadas:
– Autoconocimiento como base de partida
– Actitud positiva
– Actualización continúa de conocimientos
– Voluntad y compromiso con uno mismo
– Petición de ayuda.

Escrito por Marisa de Diego.