Objetivo: Ser recordados.

Marta Gil-Casares.

        <p>A todos nos complace ser quien lidera una conversación y a todos nos cuesta. ¿Qué es fundamental para lograrlo? <em>Preparación.</em></p>

Igual que un deportista interrumpe el pensamiento cuando sale a jugar un partido porque sabe que puede minar su ánimo y sobre todo su actitud, a un profesional que mantiene una conversación estratégica para su futuro le ocurre igual… con la diferencia de que no suele entrenarse para ello.

Es de vital importancia ser consciente de cómo es percibida y etiquetada nuestra forma de comunicar, desde el Qué decimos y Con qué Actitud la envolvemos. El resultado influye de forma directa en el proceso químico que generamos y que da como resultado la aparición de confianza en una conversación de tan solo 20 minutos. Poner encima de la mesa logros y competencias que nos diferencien es crucial aunque, por favor, no los de siempre, sino los “elegidos”…..Depende de cuán rápidos y eficientes seamos poniendo en valor aquello que nos avala y mejor se adapta a cada compañía e interlocutor. Depende de nuestra capacidad para escucharnos, de las palabras que elegimos y los gestos que las visten. Depende de cómo todo ello impacta a un tercero para ser retenidos en su memoria.

La toma de decisiones de nuestro escuchante se genera como consecuencia de la emoción que le produce nuestra intervención y que le lleva a un pensamiento a favor o en contra.
La diferencia entre ser recordado y por tanto “ser recomendable” o caer en el “baúl de los recuerdos” junto a aquellos que no supieron y quemaron la oportunidad, depende de saber liderar nuestras conversaciones.

No lo olvides: ¡No hay una segunda buena oportunidad para generar una magnífica primera impresión!

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