Marta Gil-Casares.
Un porcentaje alto de los profesionales senior que me dedican su tiempo me trasladan sus deseos de cambio como consecuencia de su disconformidad con respecto a, entre otros:
• falta de promoción y desarrollo de carrera interno
• incorporación de terceros provenientes del mercado a posiciones que ellos podrían haber ocupado
• sentimientos de sentirse fuera de mercado en cuanto a posición y condiciones versus seniority
• períodos largos realizando las mismas funciones.
En la mayor parte de los casos consideran que la salida al mercado es su única opción y como consecuencia se sienten perdidos a la hora de cómo acometer el cambio.
Pero quiero pararme en la primera parte de lo escrito …El hecho es analizar cómo reaccionamos ante una circunstancia que entendemos adversa para nuestra progresión de carrera.
¿Qué hacemos ante la dificultad? Inicialmente y de forma inconsciente tendemos a “escapar” y optar por la solución más cómoda que se nos presenta: BUSCAR UNA OPORTUNIDAD FUERA DE MI EMPRESA. Lo primero que hacemos es mirar el jardín del vecino “porque tenemos la creencia de que siempre es más verde”. ¿Es acertado? Sabemos que no aunque, sí es verdad que nos mantiene entretenidos ocupándonos la cabeza poniendo en marcha un plan de comunicación poco reflexionado que no sabemos si es el mejor para lo que perseguimos… Pero también quizá es lo de menos porque, mientras, vamos “haciendo” y, “haciendo-haciendo”, nos generamos la falsa impresión de que avanzamos El engaño a nosotros mismos se incrementa porque nos sentimos “satisfechos” por estar realizando acciones, cuando lo que realmente estamos haciendo es huir de ciertas conversaciones internas necesarias, aunque incómodas, para lograr lo que buscamos.
Hacernos las preguntas adecuadas nos permite diseñar el camino que queremos aunque, a priori, parezca el más complicado:
• ¿Qué no tengo (y deseo) en mi actual compañía?
• ¿He puesto en marcha internamente un plan de acción serio y concreto para lograr lo que busco?
• ¿Me he preparado para llevarlo a cabo con éxito?
• En caso de haberlo hecho, ¿he mantenido esas conversaciones con las personas adecuadas?
• ¿Qué he aprendido del proceso?
Teniendo en cuenta la transformación del mercado de trabajo, nuestras mayores y mejores posibilidades de cambio “con éxito” con seguridad son internas. La diferencia estriba en prepararse a conciencia.
No nos avoquemos nosotros mismos a una experiencia de búsqueda poniéndonos una venda en los ojos. Ello trae como consecuencia, en muchísimos casos, la pérdida de confianza en nosotros mismos y la baja autoestima. ¡El tiempo de juego de la gallinita ciega pasó!