Formúla 3-2-1: Datos vs Emociones

¿Cuántas personas cercanas conoce que hayan atravesado esta situación? ¿quizá usted mismo?

Una situación que era anómala antes del 2008 ha pasado a ser habitual y lo peor es que ya está instaurada como tal en nuestro mercado de trabajo.

Explicar un “despido” nunca es una situación fácil. Y no lo es porque conlleva emoción y dolo. Además sabemos que necesariamente nos van a preguntar por ella! Por lo que debemos de estar preparados para emitir una respuesta que no genere nuevas preguntas…

Papel y lápiz es el mejor comienzo. Primero escriba textual qué le gustaría decir a un tercero sin meditar mucho, “tal cual suena”, como surja y no pare de escribir hasta que entienda que está todo el sentimiento recogido. A continuación arranque la/s hoja/s y guárdelo en el congelador (el papel no se congela!).

Papel y lápiz 3 días después. Traslade datos: Años prestando servicios en esa compañía, número de puestos desempeñados, número de jefes directos a los que ha reportado, cambios en la estrategia de la empresa a nivel local o internacional, etc….. Una vez tenga todos los puntos recogidos redacte un párrafo vigilando que refleje un hilo conductor (de lo general a lo concreto), incorpore lenguaje profesional, verbos de acción y sobre todo ASEPSIA. A continuación arranque la/s hoja/s y guárdelo/s en el congelador.

2 días después abra el ordenador y busque la grabadora. Abra el congelador y recoja los papeles. Poniendo en marcha la grabadora, en 1º lugar lea en voz alta el primer mensaje. Corte la grabación y, sin escuharla, haga la misma operación con relación al 2º mensaje escrito. Una vez finalice, por favor no los escuche!.

1 día después escuche lo grabado. Hágalo con intervalos de tiempo de al menos 1 hora y después decida qué es mejor emitir en función del impacto que le ha generado.

¡No hay color!

Escrito por Marta Gil-Casares.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *