La piedra angular del éxito en cualquier trayectoria profesional es la habilidad que cada uno tenga “relacionándose con otros”, en plural. La involución que ciertas carreras ”muy exigentes en tiempo” provoca en la capacidad de relación del estudiante es muy importante.
En concreto las carreras técnicas en España son exigentes, duras, imprimen carácter y sobre todo no invitan a desarrollar nuestra habilidad de relación con terceros a los que no conocemos, sino que nos exige un trabajo individual y lo que es peor, en soledad. El primer año de universidad al alumno le cae en suerte una serie de colegas de pupitre que son los que le acompañarán a lo largo de la misma y al no disponer de mucho tiempo de ocio “le obliga” a relacionarse sólo con un determinado círculo.
Abrir este abanico de relaciones es difícil para ellos ya que el nivel de exigencia para estos estudiantes les deja poco tiempo para viajar, conocer, salir y entrar, lo propio para conformar y entrenar la capacidad futura que les permita entender lo que es exponerse, atreverse, presentarse y generar aprendizaje.
Quizá por ello tengo el orgullo de trabajar desde el 2009 con los estudiantes de Ingeniería de Edificación de la UPM. Son magníficos y os aseguro que la capacidad de relación se entrena y da resultado!
Escrito por Marta Gil-Casares.